lunes, septiembre 12, 2005

Mi lunes ... otro lunes

Me despierto y miro al techo. MJ entra al cuarto, y al igual que un enfermo que recupera la conciencia le pregunto qué hora es... Hace poco sonó tu carcacha, dice mientras yo sigo mirando al techo.. No me atrevo a mirar la ventana por temor a estrellarme con la verdad.

MJ se acerca a mi celular para mirar la hora, seis cero seis no sé para que pones la alarma si nunca te levantas, y diciendo esto se acerca a su cama para alistar su uniforme mientras yo sigo en mi cama pensando que me tocará ir a la universidad.

Me levanto, no sin antes verificar que la puerta del cuarto este cerrada, ayer me acosté tardísimo leyendo y solo di para colocarme la parte superior de mi pijama fucsia. No debo volver a hacer eso si quiero que no se vuelva a repetir lo del viernes...

Tomé la toalla y mientras me envolvía en ella, agradecí haberla comprado tan grande; me gusta como se ven las libelulas con esos colores cálidos y cítricos, esa forma tan limpia y alegre en que se encuentran decorando el borde inferior de mi nueva toalla blanca.

Salí, no había nadie en el baño así que aproveché para ducharme, tengo que lavarme el cabello y mientras pienso eso recuerdo como el sábado Bertha me había preguntado si me había hecho el blower; me apena que me pregunten eso pues no quiero pasar por mentirosa al decir la verdad, lavar y peinarme el cabello inmediatamente es un poco complicado para mi, y recogerlo en algunas ocasiones no es algo que me agrade mucho a menos que tenga mis palillos chinos a la mano, ese día me lo había lavado y recogido de forma juiciosa..

Me coloqué el uniforme rojo, metí en el morral la libreta roja, el libro que ya casi termino de leer y un brillo labial sin sabor, más por evitar la requededad que por otra cosa, pues pasará mucho tiempo para que me decida volver a besar a alguien en la boca...

Al bajar a la cocina no me interesó ver que había de desayuno, nunca me preocupo por eso pues no es mi costumbre desayunar, pero si miro la nevera en búsqueda de algún jugo para mí y hoy no era la excepción, el jugo era de naranja y estaba recién hecho. Tomé 3 vasos y salí.

En la puerta el señor que me lleva a la oficina esperaba por mi, me coloqué el casco y subí a la moto. Durante el trayecto cerré mis ojos mientras pensaba muchas cosas ...

Decidí sentir al máximo el placer de las suaves caricias del viento en mi rostro, eran tan parecidas a las de un devoto admirador contemplando cariñosamente a su amada dormida, y ni que decir sobre las caricias que recibía de las frías gotas de agua que escurrían de mi cabellera y acariciaban la cálida piel de mi espalda ...

Pensaba muchas cosas, era como la escena de una película donde en ese justo momento debería sonar la canción de Frank Sinatra y Bono - I've got you under my skin.

Pensaba en lo especial y sano que fue mi fin de semana, en en mi necesidad de un abrazo lleno de cariño, en sentir que estaba viva, en las sonrisas que me alegran la vida, en si valía la pena luchar por un sueño, en si era necesario seguir en ESA universidad, en esa voz que me vuelve niña tímida, en querer compartir mi vida con alguien y en tener la certeza que no soy de las mujeres que nacen para el amor, en las personas que no tienen y en las personas a quienes les sobra, pensaba en el cielo y que quería volar ... la idea de un ave y un angel volando en el firmamento me volvió a parecer mágica

Llegué a la oficina, un día normal... tétricamente normal.

Seis de la tarde, salir de la oficina e ir a la universidad, pero antes necesito quitarme esta jodida sensación de ser mecánico que he tenido desde las ocho de la mañana; así que llegué a la tienda de al lado y pedí un dulce de esos cuadrados como arequipes secos, pagué y fui hasta la esquina a esperar el autobus...

Me encanta sentirme viva, y en este caso esa hermosa y dulce sensación me costó docientos pesos..

Ya en la universidad todo fueron trámites de matrícula y clase de fotografía, la excusa perfecta para ir el fin de semana a tomar fotos a la playa aunque esta vez fueran en blanco y negro...



Da play y escucha a Bono y Frank

2 comentarios:

Dra. Kleine dijo...

Sé de esos sentires, sé de esos despertares, mas sé que vives intensa por tus letras, tus seguires...beijo!

Dra. Kleine dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

lunes, septiembre 12, 2005

Mi lunes ... otro lunes


Me despierto y miro al techo. MJ entra al cuarto, y al igual que un enfermo que recupera la conciencia le pregunto qué hora es... Hace poco sonó tu carcacha, dice mientras yo sigo mirando al techo.. No me atrevo a mirar la ventana por temor a estrellarme con la verdad.

MJ se acerca a mi celular para mirar la hora, seis cero seis no sé para que pones la alarma si nunca te levantas, y diciendo esto se acerca a su cama para alistar su uniforme mientras yo sigo en mi cama pensando que me tocará ir a la universidad.

Me levanto, no sin antes verificar que la puerta del cuarto este cerrada, ayer me acosté tardísimo leyendo y solo di para colocarme la parte superior de mi pijama fucsia. No debo volver a hacer eso si quiero que no se vuelva a repetir lo del viernes...

Tomé la toalla y mientras me envolvía en ella, agradecí haberla comprado tan grande; me gusta como se ven las libelulas con esos colores cálidos y cítricos, esa forma tan limpia y alegre en que se encuentran decorando el borde inferior de mi nueva toalla blanca.

Salí, no había nadie en el baño así que aproveché para ducharme, tengo que lavarme el cabello y mientras pienso eso recuerdo como el sábado Bertha me había preguntado si me había hecho el blower; me apena que me pregunten eso pues no quiero pasar por mentirosa al decir la verdad, lavar y peinarme el cabello inmediatamente es un poco complicado para mi, y recogerlo en algunas ocasiones no es algo que me agrade mucho a menos que tenga mis palillos chinos a la mano, ese día me lo había lavado y recogido de forma juiciosa..

Me coloqué el uniforme rojo, metí en el morral la libreta roja, el libro que ya casi termino de leer y un brillo labial sin sabor, más por evitar la requededad que por otra cosa, pues pasará mucho tiempo para que me decida volver a besar a alguien en la boca...

Al bajar a la cocina no me interesó ver que había de desayuno, nunca me preocupo por eso pues no es mi costumbre desayunar, pero si miro la nevera en búsqueda de algún jugo para mí y hoy no era la excepción, el jugo era de naranja y estaba recién hecho. Tomé 3 vasos y salí.

En la puerta el señor que me lleva a la oficina esperaba por mi, me coloqué el casco y subí a la moto. Durante el trayecto cerré mis ojos mientras pensaba muchas cosas ...

Decidí sentir al máximo el placer de las suaves caricias del viento en mi rostro, eran tan parecidas a las de un devoto admirador contemplando cariñosamente a su amada dormida, y ni que decir sobre las caricias que recibía de las frías gotas de agua que escurrían de mi cabellera y acariciaban la cálida piel de mi espalda ...

Pensaba muchas cosas, era como la escena de una película donde en ese justo momento debería sonar la canción de Frank Sinatra y Bono - I've got you under my skin.

Pensaba en lo especial y sano que fue mi fin de semana, en en mi necesidad de un abrazo lleno de cariño, en sentir que estaba viva, en las sonrisas que me alegran la vida, en si valía la pena luchar por un sueño, en si era necesario seguir en ESA universidad, en esa voz que me vuelve niña tímida, en querer compartir mi vida con alguien y en tener la certeza que no soy de las mujeres que nacen para el amor, en las personas que no tienen y en las personas a quienes les sobra, pensaba en el cielo y que quería volar ... la idea de un ave y un angel volando en el firmamento me volvió a parecer mágica

Llegué a la oficina, un día normal... tétricamente normal.

Seis de la tarde, salir de la oficina e ir a la universidad, pero antes necesito quitarme esta jodida sensación de ser mecánico que he tenido desde las ocho de la mañana; así que llegué a la tienda de al lado y pedí un dulce de esos cuadrados como arequipes secos, pagué y fui hasta la esquina a esperar el autobus...

Me encanta sentirme viva, y en este caso esa hermosa y dulce sensación me costó docientos pesos..

Ya en la universidad todo fueron trámites de matrícula y clase de fotografía, la excusa perfecta para ir el fin de semana a tomar fotos a la playa aunque esta vez fueran en blanco y negro...



Da play y escucha a Bono y Frank

2 comentarios on "Mi lunes ... otro lunes"

Dra. Kleine on 1:41 p. m., septiembre 13, 2005 dijo...

Sé de esos sentires, sé de esos despertares, mas sé que vives intensa por tus letras, tus seguires...beijo!

Dra. Kleine on 1:42 p. m., septiembre 13, 2005 dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

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"Ni puedo ajustarme a un modelo, ni ser modelo para nadie; pero puedo eso sí, formar mi propia vida a mí manera y esto es lo que voy a hacer, cualquiera que sea el resultado. No represento ningún principio, sino algo más maravilloso, algo que uno lleva dentro, algo vivo, cálido, que grita de alegría y que pugna por salir"
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