Habito en un inalcanzable mundo acuático de fantasía, lejos del sufrimiento que muchos causaron a mi corazón, con un telescopio mágico que me permite mirar a los otros planetas desde la lejanía.
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En mi mundo acuático danzo con aves, caballitos de mar y delfines; ayudo a los náufragos cuando necesitan protección y mi amante es el viento al que le acepto cariños cuando siento que me asfixio por la falta de amor.
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Aunque he aprendido que del ser humano sólo puedo esperar la decepción, todavía espero el arribo a esta playa del corazón que me mostrara el verdadero amor...