Los huevos se preparan de muchas formas todas muy sencillas. Se pueden freír con la yema dura o blanda (yo la prefiero blanda),
revueltos (solos o con algún agregado como jamón, salchichas, verduras) duros y hervidos al minuto, pochados o escalfados, en omelet o en tortillas, al plato, a la cazuela, etc. Pero lo importante es seguir algunos pasos básicos para su preparación...

Cocidos o Hervidos
Colocar a hervir agua con un poco de sal y vinagre. Cuando el agua hierva colocar los huevos.

Un minuto si los queremos crudos, tres minutos si los queremos medio cocidos, de 8 a 12 minutos si los queremos duros.

Al sacarlos colocarlos en agua fria para pelarlos, si la lleva quedó verde rocíale unas gotas de limón.

Huevo frito
Es importante tener un sartén exclusivamente para freir huevos, y freirlos en abundante aceite. Cuando el aceite esta caliente (no hirviendo) agregar el huevo (ya vertido en una tacita y con mucho cuidado). Luego rociarle aceite por encima hasta que sea de nuestro agrado. Servirlo y salarlo.

Personalmente al servirlos los prefiero blanditos con una pizca de pimienta y queso parmesano rallado sobre la yema.

La sartén especial para ferir huevos se lava sin jabón y de ser posible limpiándola con una servilleta absorbente. Manteniéndola así los huevos no se pegaran.

Revueltos Especiales
Se usan dos huevos por persona. En un tazón batir con un tenedor enérgicamente por un minuto al menos, añadir sal al gusto, dos cucharadas de leche fría y dos cucharadas de mantequilla derretida. Ponemos la cacerola en un baño de maría ya caliente y encima del fuego, movemos con un batidor de alambre rápidamente desprendiendo de los costados, cuando obtengamos una crema espesa la bajamos del fuego que con el calor terminaran de cuajarse, agregamos una cucharadita de mantequilla y los servimos.

Si se te complica hacerlo al baño maría, hazlo directamente al fogón pero a fuego lento.

Tortilla u omelet
2 huevos por persona. En un sartén vertemos dos cucharadas de aceite y lo ponemos a fuego moderado mientras batimos los
huevos en un tazón, por un minuto fuertemente, añadimos sal al gusto, 2 cucharadas de leche, 1 cucharadita de polvo de hornear o media de bicarbonato y un cucharadita de mantequilla derretida, y seguimos batiendo, subimos el fuego y vertemos la mezcla moviendo el sartén por el mango en forma envolvente para que la mezcla ocupe todo el fondo, dejamos cuajar y vamos desprendiendo con suavidad los bordes, entonces rápidamente inclinamos la sartén, doblamos la tortilla sobre si misma y servimos.


La tortilla podemos variarla poniendo perejil, tocineta o jamón,
también podemos poner en la mitad unas lonchitas de queso (u otra cosa) y doblamos sobre ellas la otra mitad de la tortilla dejándola unos minutos a fuego lento para que el queso se derrita antes de servirla. Siempre debemos dejarla reposar unos minutos, para que con su calor termine de cuajar, pero que quede jugosa.

Escalfados, pochados o light
Este es un huevo que parece frito pero sin aceite. En una cacerola profunda colocamos agua y por cada litro una cucharada sopera de zumo de limón o vinagre blanco, vertimos el huevo en una taza y cuando el agua comienza a hervir a lo echamos desde la misma superficie del agua para que no se rompa, cuando vuelva a hervir el agua bajamos el fuego al mínimo y dejamos tres minutos, los sacamos con la espumadera y dejamos que se enfríe, al momento de usarlo le echamos
agua hirviendo por encima para calentarlo , lo sacamos y escurrimos, salamos y lo servimos a gusto, por ejemplo podemos colocarlo sobre una rebanada de pan tostado caliente y simplemente rociarlos con una cucharadita de mantequilla derretida. Simple sencillo y sabroso. Es
importante hacer uno a uno y con huevos frescos.

Pericos
En una sartén a fuego medio calentamos 2 cucharadas de mantequilla y 3 cucharadas de aceite, sofreímos 1 taza
de cebolla picada en cubitos pequeños, agregamos 1 taza de tomates picados, salpimentamos
dejando que se cocinen 8 minutos hasta que seque un poco. En un tazón batimos ligeramente 6 huevos con un chorrito de leche fría y una pizca de bicarbonato o polvo de hornear, vertemos esta preparación en el sartén y revolvemos raspando constantemente el fondo y los bordes hasta que se seque, manteniéndolo suelto. Servirlo caliente, puede acompañarse de arepas y queso blanco rallado.



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